La semana pasada la fundación Mozilla puso a disposición del gran público la última versión de su famoso navegador libre FIREFOX 3. El record de descargas a nivel mundial no se hizo esperar y el revuelo ha sido considerable. Destacados en prensa de reconocido prestigio internacional, aparición en informativos de todo el mundo y un sinfín de foros y comunidades opinando en la web sobre las betas de que disponían. La inversión necesaria para generar toda esta campaña mediática sería inabarcable para casi cualquier empresa, pero cuando has traspasado la barrera que delimita el buscar ser noticia y estás en un punto en que lo que hagas será noticia, ya te puedes permitir tumbarte a la bartola a esperar reacciones.
De todos es conocida la guerra existente entre el navegador más famoso del mundo, internet explorer, y su rival del zorro plateado, pero yo desconocía el peso específico tenían Safari (navegador Mac) y Opera (gratuíto); hasta que leí esta comparativa. La información se presenta perfectamente organizada, y los test realizados parecen más que suficientes como para poder escoger con un poco de criterio. Lo que se desprende de dicha comparativa, e ilustro en el montaje gráfico, es que IE7 ha perdido comba con respecto no ya a su principal competidor, FIREFOX, si no también ante pequeñas moscas cojoneras que parecían insignificantes hace solo 2 años. Particularmente, decir que soy usuario Mac y navego con FIREFOX, versión anterior, y las mejoras comparando con la navegación con EXPLORER son notorias, tanto a nivel de usabilidad como de rendimiento y velocidad. En berenjenales de consumo de caché y demás jerga informática ya no me meto. Microsoft debe sacar cuanto antes su versión 8 del EXPLORER si quiere mantener su posición predominante en el mercado, aunque por mí, y teniendo en cuenta que Vista es un timo y que los monopolios al último que benefician es al consumidor, que les vayan dando.
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