viernes, 8 de febrero de 2008

"Nadie me cree. Yo sé lo que ví"


Esta frase ha sido extraída de Disturbia, una de las últimas películas que he visto y me han gustado, dado que también me he comido alguna patata, como Lonely Hearts. D.J. Caruso se atreve con todo un clásico como La ventana indiscreta y no sale del todo mal parado. En este film de intriga, el joven Kale es encerrado en su casa bajo arresto domiciliario por un incidente en el colegio. A raíz de esta nueva situación descubre sus tendencias al voyeurismo y al espionaje vecinal, y comienza a dar rienda suelta a ambas armado con una serie de elementos tecnológicos que sacarían de sus casillas al más geek de entre los geeks (macbook, Ipod, cámara dital de vídeo y fotográfica, móviles última generación, Imac, plasmas, y un largo etcétera). El caso es que aparte de admirar a su nueva vecina, también descubre por casualidad las actividades extrañas de un aparentemente dócil vecino, interpretado de manera inquietante y eficaz por David Morse (La milla verde). Kale y su amigo intentan descubrir qué sucede realmente, y comienzan a espiar al sospechoso.

Shia LaBeouf está perfecto, con cara de adolescente pajillero y rebelde con pósters de Rage Against the Machine en la habitación y Playstation 3. Recomiendo un visionado sin prejuicios, ya que cualquier comparación con la película de Hitchcock es injustamente irrisoria. Esta cinta no pretende emular, sólo reformatear una idea que fue muy buena en su día, y lo sigue siendo hoy: la de explotar y explorar nuestros impulsos más ocultos como vía de escape a nuestras obsesiones.

No hay comentarios: