domingo, 6 de abril de 2008

"Ya sea una piedra o un grano de arena, en el agua ambos se hunden por igual"

La trilogía de la venganza, de Park Chan Wook es, con mucha diferencia, lo mejor que he visto en cine a lo largo de 2007. El director coreano posee un estilo visual personalísimo, y si a esto añadimos una muy particular forma de contar historias, amén del hecho de que las historias que cuenta son de por sí originales y altamente underground; obtenemos una mezcla fundamental para cualquier aficionado al cine con ganas de ver algo novedoso. Está compuesta, en orden cronológico, por los siguientes films:

- Sympathy for Mr. Vengeance (2002): el planteamiento es sencillo, un chico sordomudo necesita urgentemente 10 millones de wons para comprar un riñón para su hermana enferma. Ante semejante panorama, él y su novia deciden secuestrar a la hija de 4 años de un empresario adinerado. De las tres obras es la más contenida y la que imprime un ritmo más pausado, no por ello llegando a aburrir a nadie, pero sí invitando más a contemplar acompañado de la visión del director y de una increíblemente lograda banda sonora. Las personas descritas son gente normal, con problemas y obsesiones normales, que se ven envueltas en una espiral de venganza que ellos mismos generan, o que, simplemente, les atrapa.

- Oldboy (2003): sin ningún tipo de duda, la joya de la corona. Una de las mejores historias que yo haya visto nunca. La estética, la música, el guión sin una sola fisura...Todo es arte en este film que fue el primero que visioné de Park Wook, ya que la trilogía se puede ver en el orden que se desee, al no existir relaciones entre personajes o tramas. Solamente tienen en común el hecho de compartir la venganza como tema principal. La sinopsis la podéis ver en este enlace a fimaffinity, ya que incluye también mi opinión y crítica, firmada como Adriana, que es mi novia y fue quien se registró primero, aunque puntuamos las pelis a medias.

- Sympathy for Lady Vengeance (2005): Kum-ja es una joven preciosa que ha pasado 13 años en prisión acusada del secuestro y asesinato de un niño de 6 años. Este crimen conmocionó a la opinión pública tanto por la brutalidad con que fue perpetrado como porque la acusada contaba por aquel entonces con solo 20 años de edad. Una vez que ha cumplido su pena la venganza es lo único que tiene en mente. La trama se nos presenta en 2 vertientes por medio de flash-backs inteligentemente usados, y de una narrativa muy precisa. Kum-ja vive en una cárcel de mujeres los mismos o peores tormentos que cabría esperar ver en una cárcel masculina al uso, y no siempre consigue salir victoriosa. Las transiciones entre escenas y los primeros planos son impresionantes, y la historia es, como mínimo, sorprendente.

Los tres desenlaces destrozan las cavilaciones del espectador más avispado, en especial el de Oldboy, y logran dejarnos clavados en el sillón. No se trata exactamente de cine asiático, ya que Park-Wook es un director con modos extrañamente europeos, así que espero que su nombre no amedrente a aquellos que se decidan a ver alguna de las películas mencionadas.

Nunca está de más probar algo nuevo.

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